El primer día

Ya que es el primer artículo que presento en esta Web, y espero que el primero de una larga serie, lo dedicare a lo que muchos de vosotros habéis pasado o pasareis: el primer día de esquí.

A continuación os daré unos consejos de cómo afrontar esa experiencia, ya sea vuestra o de algún amig@ al que hayáis animado a iniciarse en nuestro deporte.

No puedo empezar sin hablaros de lo que para mí es lo más importante: Contratad clases particulares. Creo que es el mejor consejo que puedo daros y que, además, es la mejor forma de iniciarse en el esquí.

Sin ningún género de dudas puedo deciros que los primeros pasos con los esquíes serán mucho más provechosos si los realizáis bajo la supervisión de un monitor. Vuestra progresión será mucho más segura y rápida. Un profesional de la enseñanza del esquí os ayudará y aconsejará en todo aquellos que os haga falta, no es necesario contratarlo todo el día, una o dos horas por la mañana os servirán para continuar practicando durante el resto del día.

Ahora, seguro que muchos estaréis pensando, “esto me va a costar un pastizal”. Esto depende del bolsillo de cada uno y del valor que le deis al trabajo ajeno, pero mi consejo es que al principio contratéis un monitor, luego: ya veréis lo que hacéis.

Una vez dicho esto, para todos aquellos que os aventuráis a deslizaros por la nieve por primera, os voy a resumir los consejos agrupándolos en categorías:

• Como vestirse.
• Protegerse.
• Material específico: botas y esquíes.
• Seleccionar el terreno.
• Primeros pasos en la nieve.

Espero que esta clasificación os ayude a pasar un día agradable en la nieve.

Como vestirse

Ir a la montaña a esquiar debería de ser divertido pero si lo hacemos con ropa inapropiada puede hacernos pasar un mal día allí arriba.

Tenemos que tener en cuenta que el clima en la montaña es cambiante. Un día cálido y soleado puede cambiar a frio y nuboso en minutos, y al contrario.

Lo aconsejable es vestirse con ropa específica de esquí, y utilizar tres capas:

Primera capa: Camiseta térmica para mantener nuestra temperatura corporal.
Segunda capa: Un forro polar que aporte temperatura al cuerpo y que sea traspirable.
Tercera capa: Cazadora o anorak específico que nos proteja del aire y de la lluvia. No utilizar chubasqueros ni prendas plásticas, pues deslizan en la nieve, no transpiran y resultan peligrosas.

Para cubrirnos las piernas utilizaremos pantalones de esquiar, que tienen las mismas características que un anorak o cazadora. Si la previsión es de frio podemos utilizar mallas térmicas.

Utiliza calcetines que cubran toda la pantorrilla, que no sean muy gruesos, evita la lana y los calcetines tipo ejecutivo. Nunca te pongas dos calcetines e intenta llevar calcetines de repuesto.

Los guantes han de ser impermeables. También puedes utilizar manoplas impermeables que abrigan más al mantener todos los dedos juntos. Evita la lana o los guantes de forro polar pues acabaran empapados y pasaras frio.

Protegerse

Debes protegerte del sol, del frio y de las caídas, por eso os recomiendo:

Utilizar casco, puede resultar algo incómodo pero evitara que te golpees la cabeza y también abriga. Si aun así no te gusta el casco, utiliza un gorro para protegerte del frio y del sol.

Es imprescindible la crema solar, haga o no haga sol. En la montaña siempre te quemarás la piel si no la proteges.

Nunca vayas a la nieve sin gafas de protección solar. Si hace sol pueden servirte las mismas que llevas a la playa pero es aconsejable utilizar las máscaras de esquí ya que son las adecuadas para días de niebla o viento y además son más seguras en caso de impacto.

Debes proteger tus manos y tu cabeza, la mayor pérdida de temperatura corporal se produce por la cabeza, las manos y los pies. Además, con los guantes, te protegerás de cortes y abrasiones en caso de caída.

Material específico: botas y esquíes

Mi recomendación es, los primeros días, alquilar las botas y los esquíes. En todas las estaciones de esquí puedes encontrar establecimientos donde alquilar este material y también, en muchas ciudades, los puedes alquilar antes de ir a la montaña.

Los profesionales de estos establecimientos te aconsejaran y regularan el equipo adecuándolo a vuestra estatura, peso, nivel de esquí y condición física. No es recomendable utilizar material prestado, a no ser que la persona que te lo deje conozca los reglajes y medidas que a ti te hacen falta.

Como referencia os recomiendo que la altura de los esquíes este, más o menos a la altura de vuestra nariz (mejor menos) y que los bastones, cogiéndolos al revés y por debajo de la arandela hagan que vuestros brazos queden en ángulo recto al apoyarlos en el suelo. Las botas deben sujetar bien los pies pero dejando cierta movilidad en los dedos, si estos tocan con la puntera lo más seguro es que os molesten a lo largo del día. Al probaros las botas deberéis andar un poco con ellas para que se ajusten y así comprobar si os molestan o, por el contrario, se adaptan de forma correcta.

Regular la dureza de las fijaciones depende del modelo y marca de las mismas y es vital para vuestra seguridad. Es una operación que requiere conocimiento de lo que se hace y por eso os recomiendo que lo haga alguien experto, os evitará muchos disgustos.

Seleccionar el terreno

Una vez en la estación y cuando os disponéis a empezar con vuestro auto aprendizaje: ser pacientes y no tengáis prisa en poneros los esquís.

Lo primero que tendréis que hacer es localizar el terreno adecuado para tomar contacto por primera vez con la nieve. Es habitual ver a principiantes en pendientes fuertes o mal situadas y esto genera situaciones de peligro y accidentes. No es raro ver esquiadores que por no poder frenar acaban en el parking debajo de un coche, cayendo por terraplenes o chocando con barandillas u otros obstáculos.

El terreno que debéis buscar debe ser una pendiente suave que acabe en una larga explanada o en ligera contrapendiente, de esta forma aunque perdáis el control tendréis la posibilidad de deteneros sin más contratiempos y de forma natural. Además este tipo de terrenos genera confianza en el principiante ya que sabe que no le ocurrirá nada aunque no sepa frenar.

Otro aspecto que no deberéis de olvidar a la hora de elegir el terreno donde iniciaros es que este alejado de obstáculos tales como árboles o piedras, o que al menos estos estén debidamente protegidos.

Primeros pasos en la nieve

Seguro que esto es lo que estáis esperando con más ansia, ¿Qué hacer en la nieve la primera vez? Pues bien, mi consejo es este: NO TE PONGAS AUN LOS ESQUIÉS. ¿Sorprendido? Creo que es lo más sensato que te puedo decir.

Antes de poneros los esquíes os recomiendo que andéis y saltéis un rato por la nieve con las botas puestas. Apretar los ganchos adecuadamente y subir algunos metros por la pendiente. Subir clavando las punteras y al bajar clavando los talones, subir y bajar lateralmente clavando los bordes laterales de las botas y si la nieve esta lo suficiente dura intentar deslizaros solo con las botas como si fuerais a esquiar.  Es importante acostumbrarse a las botas, seguro que nunca habéis llevado un calzado tan rígido y pesado como las botas de esquiar y esto requiere adaptación. Utiliza los bastones en este proceso de adaptación a las botas.

Una vez que le habéis pillado el tranquillo a eso de llevar las botas de esquí, viene bien quitarse y ponerse los esquíes. Primero uno, luego otro, repitiendo esto varias veces para entender el funcionamiento de las fijaciones y coger cierta habilidad en esta tarea, esto os ahorrara agobios cuando estéis en la pista y os veáis obligados a realizar esta operación.

Y, por fin, a deslizarse. Al principio deslizaros con un solo esquí. Moveros por el llano impulsándoos con un solo esquí, primero en una pierna para luego cambiarlo a la otra. Deslizar haciendo equilibrios, cambiando de dirección, dando vueltas, saltando… jugar con un solo esquí para ir entendiendo como funciona y cuando tengáis suficiente confianza utilizad los dos esquíes, sin abandonar la zona de llano, repitiendo, ahora con los dos esquíes, los ejercicios y juegos que habéis realizado con uno solo.

Cuando os decidáis a subir la pendiente no lo hagáis hasta arriba, ir aumentando la altura poco a poco para obtener confianza. Subid en escalera, es decir, con los esquíes perpendiculares a la pendiente, apretando con fuerza a cada paso para que el canto superior de los esquíes (el del monte) se clave bien en la nieve, manteniendo vuestro cuerpo erguido y la vista hacia el frente…. Y al deslizaros hacia abajo: Esto ya es harina de otro costal, únicamente os diré que mantengáis la calma, la posición, miréis hacia adelante y penséis en positivo.

¡A disfrutar!

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